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Opinión del experto. Suma y suma y sigue sumando kilómetros, la cadena Sram Eagle XX1 12 velocidades se fabricó para garantizar la durabilidad, ese es su punto fuerte. Pero espera, ¡aún hay más! Si quieres disfrutar del silencio al rodar y de que las marchas engranen a la primera, sin esos molestos "carraspeos", tienes delante un producto hecho a la medida de tus necesidades.
CADENA SRAM EAGLE XX1 126 ESLABONES POWERLOCK 12V ARCOIRIS
Para hacer justicia al grupo EAGLE XX1, necesitas poner la guinda sobre el pastel; y eso quedará materializado con la cadena Sram Eagle XX1 12 velocidades. El motivo es sencillo: para que un grupo de tal categoría funcione a la perfección, ese necesario vertebrarlo con un elemento de primera.
Y es que no se trata de una simple cadena para unir la transmisión, sino un instrumento que permitirá que todo el sistema funcione con armonía y precisión absolutas. La tecnología HARD CHROME dota al artículo de una resistencia al alargamiento excepcional, de tal manera que nos encontramos ante una de las cadenas más durables del mercado.
El acabado FLOWLINK dota a los eslabones de un pulido sin bordes que mejora el acoplamiento con los dientes del plato y cassette, reduciendo la fricción y favoreciendo un rendimiento silencioso. Además de todo lo anterior, la morfología de perfil estrecho proporciona a una mejor capacidad de adaptación a desarrollos en los que la cadena esté muy tensa o incluso cruzada, sin ganar elongación ni holgura.
Como detalle último de calidad, la inclusión del eslabón rápido POWER LOCK permite que el montaje y desmontaje de la cadena sea rápido y sin necesidad de herramientas
Características:
- Velocidades: 12
- Material exterior: Níquel
- Acabado interior: Cromado
- Número de eslabones: 126
- Conector: PowerLock
Cadena tope de gama
Muy duradera. El precio es alto pero aquí la mejor oferta
Ver para creer
Tras 8500 km solo tiene un porcentaje de elongación mínimo. El dinero mejor invertido en tiempo
Año y medio y la conservo
En mi vida había explotado tanto una cadena. Es ver para creer. Y no hay trampa ni cartón, comprobado con el medidor