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La bicicleta es ilusión, hay tantas formas de entender el ciclismo como ciclistas existen, la bicicleta nos traslada a nuestra infancia, la bicicleta es una máquina del tiempo para volver a sentirnos libres como cuando éramos niños. El mejor antídoto contra el envejecimiento, la mejor arma a favor del planeta, el mejor medio de transporte para saborear todos los matices de nuestros viajes, de nuestras rutas, para no solo ser un mero espectador, sino para ser el protagonista de tus propias aventuras.
Bocata de nocilla, riñonera, gorra del Reynolds y muchas ganas de irte hasta el cerro para emular a aquellos héroes que veías en la tele las tórridas sobremesas de verano. La bicicleta nos traslada a nuestra infancia y sus ansias de libertad, sus ansias por conocer, su deseo de llegar más alto y más lejos aunque para ello nuestros codos y rodillas tuvieran perennes costras y acabásemos con las reservas de mercromina y agua oxigenada del botiquín de casa.
En solitario o en compañía, la bicicleta te transporta a otro mundo, sensaciones que antes no habías probado, contacto directo con la naturaleza, sin agredirla, mimetizándote con ella, esfuerzo para alcanzar por tus propios medios con el impulso de tu corazón la próxima cima, la meta que te propongas.
La bicicleta es libertad y eso no tiene precio, da igual si tu bicicleta es cara o es una bici barata, da igual si tu bicicleta es como la que lleva Chris Froome o es una bicicleta del Decatlón, lo importante eres tú, tú eres el motor, lo que la hace especial, es tu tesoro más preciado y la cuidas, es tu bici, el pasaporte directo a la diversión aunque haya sido una bici de segunda mano conseguida con los ahorros de todo un verano trabajando, da igual, tú le das el significado y la razón de ser a esos hierros combinados para darte el máximo rendimiento.
Bicicleta de montaña, bicicleta de carretera, o quizás bicicleta urbana o bicicleta para viajar, ¿prefieres a caso esa ayudita extra que te dan las E-Bikes?… Da igual, todos tenemos la bicicleta ideal para nuestra forma de entender el ciclismo.
Para moverte por los senderos y ascender hasta lo alto de la montaña más lejana para lanzarte como un ave rapaz a toda velocidad hacia el valle y sentir formar parte de la naturaleza sintiendo el viento en tus mejillas y saboreando cada metro escuchando el saludo de los pájaros, o quizás esa bicicleta elegante y ligera de ruta con la que emular a los grandes ídolos del asfalto luchando por el maillot amarillo en compañía de tus compañeros de grupeta ascendiendo míticos puertos con la rivalidad que culmina compartiendo el mejor trofeo, una cerveza en el bar contando cada uno las batallas de cada domingo, o prefieres una bici polivalente para viajar y ganarte el Jubileo en el Camino de Santiago como un peregrino del siglo XXI emulando a aquellos esforzados caminantes medievales y conociendo lugares y monumentos emblemáticos, viajando lentamente degustando cada pedalada y sintiéndose parte de la leyenda o una bici urbana para dar un giro a tu vida y dejar de ser esclavo de tu coche, generador de malos humos y ruidos infames, de horarios y apreturas del transporte público, esclavos de la tiranía del reloj, de prisas y de la operación bikini.
La bicicleta es tu aliada para conquistar tus metas, fiel reflejo de una sociedad que cada vez es más consciente de la sostenibilidad del planeta, de que no podemos seguir contaminando, de que el mejor camino hacia hacer de nuestro mundo un lugar mejor es el camino que puedes hacer a lomos de tu bicicleta, sin ruidos, sin contaminación.
Y es que la bicicleta te abre un mundo de par en par, una forma de vida que empieza con la primera pedalada y que culmina su primer capítulo cuando llegas a casa exhausto, pero deseando de que llegue el próximo día para volver a disfrutar de tu compañera de juegos, te abre un mundo de amistades y es que los amigos que hagas con la bici serán amigos para siempre, ya que compartirás con ellos todo un cúmulo de experiencias y esfuerzos que nunca se olvidan, días de gloria y días de penuria, días de ciclismo al fin y al cabo, momentos inolvidables, lugares para el recuerdo.
La bicicleta nos da mucho y nos pide muy poco a cambio, dale de beber un poquito de aceite de vez en cuando y te estará eternamente agradecida, te dará miles de kilómetros de diversión, sin quejarse porque será tu mejor amiga, solo tienes que elegir la que más te guste, la que te enamore a primera vista, la que mejor se adapte a tu forma de entender el ciclismo, la que te haga palpitar tu corazón, tiene que ser un amor a primera vista porque la bicicleta es ante todo pasión, pasión por vivir, pasión por disfrutar de cada momento al máximo. La bicicleta eres tú y por eso te mereces lo mejor.
El ciclismo es universal, no distingue de sexos, razas, ni clases y por suerte la mujer se ha incorporado a la bicicleta definitivamente y por eso todas las marcas han dedicado sus máximos esfuerzos para ofrecer bicicletas, componentes y vestuario para ellas con los máximos niveles de calidad y diseño para que todas puedan disfrutar de un producto específico y no tener que adaptarse como pasaba antes a bicicletas no pensadas para ellas.
Ahora ya no tienes escusa para salir con tu bici, lo tienes todo para disfrutar plenamente de tu deporte favorito.
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