EL timón de nuestro barco, el que lo maneja todo…

El manillar es una de las partes fundamentales de la bicicleta, que además de controlarla, es uno de los puntos que conecta al ciclista con la bicicleta. A pesar de que todos los manillares cumplen con la misma función, no todos son iguales, cada estilo de ciclismo tiene un tipo de manillar que fue diseñado para cumplir un propósito específico.

De forma general podemos definir 3 tipos, que son los de MTB, Carretera y Triatlón, de los cuales se desprenden otras ramas del ciclismo, que varían según el estilo y la preferencia del usuario. Cabe destacar que el manillar, la mayoría de las veces va directamente relacionado con el tipo de bicicleta y el estilo de pedaleo, lo que no implica que no puedan mezclarse, el caso de las bicicletas urbanas, por ejemplo, pueden llevar un cuadro de carretera con un manillar de MTB. Aun así al momento de elegir el manillar adecuado hay que tener en cuenta:

• El tiempo y la distancia de recorrido.
• Estilo de ciclismo.

Tiempo/Distancia

Una de las interrogantes más comunes que se nos presentan al momento de elegir el manillar adecuado, es cuánto tiempo montaremos arriba de la bici y si las distancias serás muy extensas, y aunque parezca residual, no es lo mismo llevar un manillar ancho que nos permita tomarlo de distintas posiciones y descansar en los cambios, en MTB, que uno corto, o un manillar redondo de carretera que uno plano (en las partes del apoyo de las manos), pues uno de los malestares más frecuentes en el ciclismo son las fatiga de manos y muñecas, pues resulta casi obvio, que si vamos apoyados, nos equipemos con un manillar que vaya acorde a nuestra dedicación.

Estilo de ciclismo.

Como vimos anteriormente cada manillar ha sido desarrollado para desempeñar una función, o cumplir un objetivo, de acuerdo al estilo de ciclismo, por ejemplo en carretera, para llevar una posición adecuada, el manillar es más compacto, definido por medida de ancho que no supere los hombros, mismo caso para los manillares de Triatlón tipo bullhorn, que permiten llevar una postura aerodinámica para ir a toda velocidad, y por su lado los de montaña son por lo general bastante anchos pues así mejoran la conducción. El estilo, además, nos permite definir la posibilidad de diferentes posiciones de las manos otorgando descanso tanto de las manos, como muñecas y hombros, así también si llevamos una posición más o menos erguida, lo que otorga mayor confort y visibilidad al rodado.

Los tipos de manillar

Recto o Plano: Como lo define su nombre, estos manillares no tienen curvatura (cero grados), se utilizan usualmente en bicicletas de montaña, hibridas y urbanas tipo Fixie, los cuales podemos encontrar en los diámetros de 25.4 y 31.8 (overside o sobre medida), con una anchura media de 680mm para MTB e Hibridas, que, para el caso de MTB se utiliza generalmente en competiciones de XC, pues proporcionan una postura más racing, que resulta muy eficiente para este caso, pero no tanto si tenemos problemas de espalda, pues gran parte del peso está dirigido hacia adelante. Por su lado para los Fixies a veces se cortan hasta la altura de los hombros para llevar una postura compacta para, por ejemplo, para meterse entre los coches (Bicimensajeros). Normalmente podemos encontrarlos en materiales de aluminio, carbono, titanio y cromoly, donde el precio y peso variara según las preferencias del ciclista.

Doble altura: Este manillar es el más utilizado, pues por su forma “cómoda”, es el preferente de varias disciplinas y ramas del ciclismo. Se caracteriza por un ángulo de curvatura, que fluctúa en altura de 5 a 20 mm, generalmente, permite llevar una postura más erguida, distribuyendo el peso más en centro de la bicicleta, que ayuda a aliviar el peso de las manos y muñecas.

Una de las interrogantes más comunes en el mundillo del ciclismo es,

¿Cómo elegir un manillar de MTB?

Primero tenemos que tomar en cuenta:

• Uso
• Altura
• Ancho
• Material

Lo que estará condicionado con nuestro presupuesto, pues hay manillares muy baratos y otros a precios un poco elevados.

Respecto al uso debemos considerar si queremos una postura más racing o competición o una postura más erguida y con un mayor aporte de control. Esta es una de las diferencias más connotadas entre un manillar plano y uno curvo.

El manillar plano tiene un variante con “retroceso” que puede medirse en grados o centímetros, según el fabricante, y que se define como una leve inclinación hacia el sillín, que mejora la postura sin sacrificar el aporte racing.

Por su lado los manillares curvo o doble altura, los hay en una amplia variedad de grados o centímetros de curva o altura según el centro que corresponde a la posición de la potencia.

El ancho de ambos manillares dependerá de las preferencias del ciclista, pues no hay una investigación exacta que diga que un manillar más ancho es más cómodo, pues cada usuario tiene sus propios gustos al rodar, pero lo cierto es que un manillar más ancho, técnicamente, es más maniobrable y evita ciertamente las caídas por giros de abruptos.

En cuanto a los materiales, el debate normalmente se encuentra entre los de aluminio y los de carbono, que más allá de las diferencias de peso y precio, están los beneficios que entrega cada material por sus propiedades, en el caso del carbono, podemos encontrarnos con un material que es más rígido y elástico, pues disipa eficazmente las vibraciones provocadas por el terreno.

Lo primero que tenemos que saber antes de comprar un manillar de carretera es como está compuesto y cuál es su objetivo, pues una buena elección nos permitirá tener un óptimo rendimiento y una postura corporal correcta.

El manillar de carretera está compuesto por 4 parte, barra horizontal, rampa, gancho y la caída.

La barra horizontal es donde se une el manillar a la bicicleta a través de la potencia y donde se apoyan las manos, se encuentra en 2 opciones, redondeada o plana, que básicamente depende de las preferencias del usuario, donde la ergonomía va a ser mayor en un manillar plano que uno redondo, y en algunos casos incluye almohadillas anti vibración que alivian las fatigas de muñeca como es el caso del Race Lite IsoZone, recomendado para recorrer largar distancias.

Rampa, es la parte donde se instalan las manetas de freno o de cambio freno, doble mando o dual control, normalmente. De esta depender la distancia de la curva descendente del manillar, que determinara la posición en la que estaremos montados arriba de la bicicleta, con una postura más inclinada o adelantada, que resulta más agresiva y aerodinámica, pero que al estar en esta posición resta comodidad porque hay una sobrecarga en los brazos.

Gancho o curva del manillar, que permite variar la postura y agarre del manillar, dando más posibilidades al ciclista de variar el estilo de pedaleo.

Caída o altura, es el tamaño del gancho o curva del manillar que se mide desde la barra horizontal hasta el fin de la curva inferior, del tamaño de esta va a depender nuestra resistencia aerodinámica o nuestra comodidad.

¿Cómo encontrar el manillar adecuado?

Aunque a simple vista parezcan todos iguales, y que varían solo en su agarre (si es redondo o plano), lo cierto es que están fabricados con una serie de detalles que lo hacen específicos para cada uso.

Al momento de elegir un manillar se debe considerar el ancho, que usualmente, va a depender el ancho de los hombros, que tiene una anchura promedio de 42 cm, siendo este el más utilizado, el alcance o distancia de agarre final del manillar y la caída o altura de la curva que nos permitirá ir más cómodos o más aerodinámicos.

Respecto a los tipos o clases de manillares encontramos, los compactos, anatómicos o ergonómico y clásicos, que determinara su uso y comodidad de acuerdo a la posición que puedan adoptar nuestras manos, esto es apoyar las manos en la barra horizontal, en la curva o en la caída (o en las 3)

Los compactos tienen una altura máxima de 128 mm, su mayor ventaja es que resulta cómodo en las 3 posiciones de agarre, nos permite mejor maniobrabilidad y velocidad de movimientos, siendo un manillar ágil y cómodo.

Los manillares ergonómicos o planos, resultan más cómodos para ciclistas más corpulentos, por su diseño quedan un poco distanciadas una de otra las 3 posiciones básicas, pero que por su forma plana resulta más cómodo para la posición superior de agarre.

El clásico lleva un diseño intermedio entre él comparto y el anatómico, confeccionado con una curva redondeada y una amplia caída.

El complemento con el que se utilizan estos manillares son las cintas, las cuales tienen características normalmente de acolchado para potenciar la comodidad.

Cabe destacar, que existen manillares que llevan la potencia integrada, que normalmente son del tipo ergonómicos para posturas más erguidas.

Los manillares de Triatlón son los más característicos del ciclismo gracias a sus acoples tipo cabra, que pueden reconocerse en cualquier lugar.

Respecto a su confección los manillares de triatlón son más alargados, de ancho reducido y con barras alargadas que sobresalen hacia adelante, estas barras o acoples también conocidos como aerobars, permiten que el ciclista pueda llevar una postura más aerodinámica, apoyando los antebrazos, donde el cuerpo toma una posición circular que reduce el impacto con el viento. Normalmente las posturas aerodinámicas no son un sinónimo de comodidad, lo que supone, que si ganas reduciendo el contacto con el viento pierdes comodidad, por lo que sus características se basan en el objetivo que queremos lograr con la bicicleta.

Por su lado las marcas más famosas de manillares tenemos las 3T, Profile y Deda, que son las más connotadas del mercado… Es frecuente que a veces nos pillemos uno por ahí de segunda mano porque son más baratos, pero lo cierto es que para que tu equipamiento sea totalmente personalizado lo mejor es venga directamente de la fábrica.